El nombre de este río significa Valle Encarcelado, o de la Cárcel, y por una de esas paradojas de la vida, este valle angosto abre el paso desde Galicia hasta la hoya del Bierzo. Sus riberas fueron en otro tiempo paso obligado y tortuoso del Camino Francés hacia Santiago, como antes lo habían sido de las legiones romanas, y después de los arrieros. Un camino de pasar y repasar el río por puentes, romanos o medievales, de andar a la sombra de viejas arboledas, ya devoradas por las ferrerías, gastadas en molinos y hospitales míticos. Hoy se ha vuelto silencioso aquel Valcarce que vivió pleitos nobiliarios y episcopales, que emboscó crueles bandidos y fue paseo de condes, príncipes y reyes. Y apartada su senda de las veloces carreteras actuales, ha vuelto al trasiego humilde de los peregrinos, que lo llaman de nuevo con sus voces forasteras.
Datos técnicos:
ISBN 978-84-96872-27-1 (León 2009)
LIBRO:
Texto.- Félix Fernández López
Fotografía.- Puri Lozano y Miguel Sánchez
VIDEO:
Texto.- Felix Fernández López
Imagen.- Alberto Alba Lago